EUROPA
PRESS
5 noviembre
2018
Nuevas
evidencias sobre los beneficios de la dieta mediterránea y el ejercicio físico
Llevar a cabo una dieta mediterránea
baja en calorías y practicar todos los días ejercicio físico ayuda a perder
peso, reducir el riesgo cardiovascular y mantener estos beneficios al cabo de
un año en pacientes con sobrepeso u obesidad y síndrome metabólico, según los
resultados del estudio 'Prevención con dieta mediterránea-Plus'
('Predimed-Plus'), llevado a cabo por investigadores del CIBEROBN y la Unidad
de Nutrición Humana de la URV, junto a otros 23 grupos de investigación.
Para llegar a esta conclusión, publicada en la revista
'Diabetes Care', se ha evaluado a más de 600 pacientes de entre 55 y 75 años
que tenían obesidad o sobrepeso y síndrome metabólico, es decir, que
presentaban tres o más factores de riesgo cardiovascular, entre los que se
incluyen obesidad abdominal, presión arterial alta, niveles de azúcar en sangre
elevados, triglicéridos altos y colesterol HDL bajo.
En la actualidad, a este tipo de pacientes, especialmente a
aquellos que tienen síndrome metabólico, se les recomienda perder peso mediante
un cambio en el estilo de vida para reducir el riesgo cardiovascular, si bien
no se ha demostrado que este efecto se mantenga a largo plazo. Por ello, los
expertos han querido ahora analizar durante un año los cambios en el peso
corporal, la acumulación de grasa y diferentes marcadores de riesgo
cardiovascular en 626 pacientes.
Así, han comprobado que la intervención sobre el estilo de
vida que se plantea en el estudio es eficaz para una pérdida de peso
clínicamente significativa y su mantenimiento posterior. De hecho, a los 12
meses después del estudio, un 33,7 por ciento de los pacientes que siguieron la
dieta mediterránea hipocalórica y practicaban ejercicio diario, registró al
menos un cinco por ciento de pérdida de peso.
Del mismo modo, los participantes presentaron también
mejoras en los parámetros de control del metabolismo de la glucosa y algunos
marcadores de inflamación respecto al grupo de pacientes que no seguía esta
dieta. Además, en aquellos pacientes con diabetes o con riesgo de padecerla,
los beneficios de este cambio en el estilo de vida fueron especialmente
superiores en cuanto al control de la glucosa.